Todavía, no puedo creer que yo tenga la oportunidad de hacer prácticas en un hospital aquí en España. Esta semana, he empezado a trabajar en el Hospital de la Caridad, cual está muy cerca de El Centro Norteamericano, donde voy a las clases. En realidad, no es hospital actualmente; hoy en día es una residencia para casi ochenta hombres mayores que han agotado sus recursos. A mí me encanta la idea de contribuir a una empresa de caridad, con un propósito inspirador en la ciudad de Sevilla.
Al principio, yo estaba muy nerviosa a empezar en el hospital. Cuando fui con Marta por la primera vez la semana pasada, no podía entender a mi supervisor, Rocío, bien. ¡El acento sevillano es muy difícil a entender! Sin embargo, cuando llegué el lunes para conocerle a Rafa, el enfermero con que voy a trabajar y observar, él me ayudó mucho a entender lo que dijeron los médicos y pacientes. Me sorprendió que con Rafa, no solo aprendiera el lenguaje del médico, sino las causas y los efectos de las enfermedades, también. Por ejemplo, los lunes, el oftalmólogo viene para atender a las residentes. Durante nuestro tiempo libre este lunes, Rafa me enseñaba no solo las palabras que dijo el médico--por ejemplo, miopía-- pero también la causa de la miopía, y los efectos y tratamientos de la enfermedad. Claro que voy a aprender muchísimo de Rafa en mis tres meses aquí. En mi opinión, es mejor trabajar con Rafa que un médico especializado, porque puedo aprender sobre cada especialidad de la medicina en que Rafa ayuda y practica.
Hospital de la Caridad, Sevilla |
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