Wednesday, September 25, 2013

1a ENTRADA: Primeras impresiones sobre mis primeros días de práctica



Todavía, no puedo creer que yo tenga la oportunidad de hacer prácticas en un hospital aquí en España. Esta semana, he empezado a trabajar en el Hospital de la Caridad, cual está muy cerca de El Centro Norteamericano, donde voy a las clases. En realidad, no es hospital actualmente; hoy en día es una residencia para casi ochenta hombres mayores que han agotado sus recursos. A mí me encanta la idea de contribuir a una empresa de caridad, con un propósito inspirador en la ciudad de Sevilla.

Al principio, yo estaba muy nerviosa a empezar en el hospital. Cuando fui con Marta por la primera vez la semana pasada, no podía entender a mi supervisor, Rocío, bien. ¡El acento sevillano es muy difícil a entender! Sin embargo, cuando llegué el lunes para conocerle a Rafa, el enfermero con que voy a trabajar y observar, él me ayudó mucho a entender lo que dijeron los médicos y pacientes. Me sorprendió que con Rafa, no solo aprendiera el lenguaje del médico, sino las causas y los efectos de las enfermedades, también. Por ejemplo, los lunes, el oftalmólogo viene para atender a las residentes. Durante nuestro tiempo libre este lunes, Rafa me enseñaba no solo las palabras que dijo el médico--por ejemplo, miopía-- pero también la causa de la miopía, y los efectos y tratamientos de la enfermedad. Claro que voy a aprender muchísimo de Rafa en mis tres meses aquí. En mi opinión, es mejor trabajar con Rafa que un médico especializado, porque puedo aprender sobre cada especialidad de la medicina en que Rafa ayuda y practica.

Hospital de la Caridad, Sevilla
 
 Me siento muy bienvenida en el Hospital de la Caridad. La gente me acepta con sonrisa, y a las personas que hablan inglés les gustan practicar la lengua conmigo. Aunque en los Estados Unidos, como estudiante, la clientela de una residencia quizás se siente nerviosa a permitirme a ayudarle con cosas médicas porque no tengo mucha experiencia formal, los residentes del hospital están ansiosos para darme la oportunidad a aprender con ellos. Ya no he conocido a un residente quien no tuviera confianza en mí (con la supervisión de Rafa, por supuesto...), y por eso, yo tengo más confianza en mí mismo sobre mis prácticas este semestre. Creo que es crucial; una paciente se necesita poder tener confianza en su médico, no solo para recibir los diagnósticos correctos, sino a veces, para creer que se puede recuperarse de una enfermedad o situación relacionada con la medicina o salud emocional o mental. Mi madre siempre me dice que la actitud el lo todo, lo más importante. Especialmente en la medicina, la actitud y la confianza es todo, para los médicos, pacientes, y todas sus familias y amigos. Sé que en mi tiempo aquí, voy a desarrollar una actitud nueva, pero mejor, sobre la medicina y mis habilidades a ayudar a otros a vivir bien.

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